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Calvaris in Deutschland

Opinión

Dando exemplo

O deportivo clasificado para a semifinal da Copa do "Cidadán Borbón" (segundo terminoloxía de Pilar Rahola). Despois de oír cómo o adestrador do Deportivo Joaquín Caparrós alenta aos siareiros coruñeses de cara ao partido desta fin de semana contra o Violencia F.C., non me queda máis remedio que preguntarme onde está esa marrullería da que me falaba algún amigo meu cando se enteiraba de que se convertera no noso adestrador. Polo que levo visto de Caparrós, paréceme un auténtico cabaleiro, en contraposición do seu homólogo do Violencia, que incitaba aos seus siareiros (aínda que acho que a palabra "sicario" sería moito máis axeitada) a ter un ambiente bronco, tanto dentro como fóra do campo.

E o que xa me parece incribel, é o feito de a federación actuar de oficio contra o Deportivo, por defender os seus dereitos, iso si, despois non actúan de oficio para impoñer unha sanción a ese adestrador que conseguiu tanto o que quería, que chegou a pasarse, de xeito que un dos seus sicarios (perdón, siareiros), lle tirase unha moeda ao árbitro.

Sobre Educación

Este foi un mail que recibín e que me parece moi interesante:

Somos un grupo de docentes de todos los niveles educativos que estamos muy preocupados por el bajo nivel cultural en nuestra sociedad, los altos índices de fracaso escolar y la proliferación de telebasura.

Para salir de esta situación queremos traspasar los muros de las escuelas, los institutos y las universidades, llevando la cultura y la educación a ámbitos en los que hasta la fecha hemos estado ausentes, en los que nuestra dejadez ha privado a muchos ciudadanos del derecho universal a la cultura.

Como primer paso, queremos llegar a un acuerdo con las autoridades eclesiásticas para que nos cedan un diez por ciento del tiempo de las misas con el fin de que profesores especialistas en las distintas disciplinas puedan llegar más fácilmente a los creyentes mediante breves intervenciones didácticas.

Estamos estudiando cuál sería el momento idóneo para insertar en las misas contenidos científicos y culturales, tal vez inmediatamente después de la consagración o justo antes del padre nuestro.

Está claro que algunos feligreses podrían, con razón, objetar que ellos no tienen porqué aumentar sus conocimientos ni su cultura, ya que acuden a misa con el sólo fin de orar y escuchar la palabra de Dios.

Para solucionar este problema, y aunque pudiera parecer inconstitucional, a la entrada a la Iglesia les haríamos rellenar un
formulario para que manifestaran su preferencia por la religión o la cultura.

Una vez identificadas estas personas, podrían abandonar en el momento adecuado la nave principal de la Iglesia y reunirse en las capillas laterales, la cripta o el salón parroquial. Con el fin de evitar agravios, estas personas podrían recibir durante ese rato charlas de carácter no cultural ni educativo pero muy relacionadas con los contenidos que se estén impartiendo en ese momento al resto de los fieles desde el altar. Por ejemplo, los feligreses que no quieran repasar la tabla periódica,
estudiarán los efectos perniciosos de los colorantes alimentarios, los que no quieran hacer ejercicios de educación física podrán ver un documental sobre la obesidad, y los que no quieran repasar los verbos irregulares ingleses podrían estudiar estadísticas sobre la importancia de hablar idiomas en el mundo moderno.

Los obispos nos han adelantado que no habría problema en computar el tiempo de cualquiera de estas actividades como tiempo equiparable al dedicado a escuchar la palabra de Dios, a la oración, a la contemplación, la penitencia o a la caridad y en ningún caso podrá discriminarse el acceso a la salvación eterna a los fieles en razón a sus preferencias religiosas o educativas.

Tampoco han puesto la más mínima objeción a la aparente contradicción derivada de que el contenido de las misas esté basado en la fe y las creencias, en contraste con la naturaleza científica y académica de los contenidos que habitualmente impartimos en las aulas.

En un primer momento, las clases se impartirían sólo durante las misas obligatorias de los domingos y fiestas de guardar, para más adelante extenderse a otros actos religiosos de asistencia no obligatoria como bautizos, bodas, comuniones, funerales, ejercicios espirituales, ordenaciones sacerdotales e incluso ceremonias de canonización o beatificación.

Pero, ¿de dónde saldría el dinero para pagar al profesorado que trabaje los domingos?. Sin duda alguna de los donativos que los fieles depositan en los cepillos, del porcentaje de impuestos destinados al sostenimiento de la Iglesia Católica o, en general, de los presupuestos de la Iglesia.

Para garantizar la calidad de las enseñanzas impartidas, nuestra asociación gestionaría directamente el dinero aportado por la Iglesia y con él contrataría a profesores de sólida formación pedagógica y científica que se encargarían de impartir las clases durante las misas.

Naturalmente, dado el carácter eminentemente laico de las clases, no dudaríamos en despedir fulminantemente a aquellos profesores que no mantuvieran una coherencia laica entre su vida profesional y personal haciendo cosas como casarse por la iglesia, acudir a misa semanalmente participar en cualquier tipo de actos religiosos.

Finalmente, llevaremos nuestras negociaciones hasta el mismo Vaticano, con cuyas autoridades firmaríamos un Concordato que garantizara la continuidad de nuestra noble tarea docente en las iglesias durante los años venideros.

¿Te parece un disparate? ¿Te parece difícil de conseguir? No es tan disparatado ni tan difícil. Ahí tenemos el ejemplo de los acuerdos entre la Iglesia y el Ministerio de Educación en torno a la asignatura de religión y su alternativa. Al final han conseguido lo que nadie hubiera creído posible.

Bono: “No vamos a ceder en la condición militar de la Guardia Civil”

Tal como se pode ler na SER o ministro Bono non pensa desmilitarizar a Guardia Civil. Está ben, que siga a ser un niño de fascismo ao igual que o resto do exército Español, que aínda que moitos non o crean así, non superou aínda a dictadura do Generalísimo, alomenos nos seus altos cargos. Na miña opinión, a Guardia Civil é unha policía moi efectiva, pero que en parte basea a súa efectividade moitas veces na "transgresión das normas democráticas", e iso é un custo que eu non estou disposto a admitir. Isto pasa en todos os corpos policiais do Estado, pero no caso da Guardia Civil é maís grave, porque están educados na disciplina militar e como militares que son, ven ás veces ao que non opina coma eles coma un inimigo, o cal lles leva a actuar en contra del, cando non se decatan de que realmente, o seu traballo é servir ao pobo, e non ir contra el.

Por exemplo, é tristísimo que un garda civil sexa destinado a Euskadi e non se lle ensine euskera. Que ocorre con isto? Foméntase o odio mutuo porque o garda civil cre, debido as súas crenzas na España rancia e predemocrática, ben "de serie" ou adquiridas durante a instrucción militar, que o cidadán está na obriga de lle falar en español e non se decata que el está para servilo, e que a súa obriga sería coñecer o idioma do cidadán co que está a interactuar, porque xa sexa inocente ou criminal, está no dereito recoñecido na Constitución da que tanto se gaban e nos estatutos de autonomía de utilizar a súa lingua materna, diferente do español. No caso do cidadán, seguindo co cidadán basco, que sobre todo se vén dun caserío do monte, pode ser probábel que apenas coñeza castelán, co cal verá ó garda civil non coma un servidor, senón coma un inimigo, en parte tamén pola fama de represores gañada a pulso durante a dictadura franquista. No caso de catalán ou galegos non hai tanto problema polas similitudes das linguas, pero quen carallo pode entender o basco?

E se non chegase con isto, temos que decatarnos de que temos militares polas rúas. Moito se queixan por exemplo de Palestina, onde hai soldados israelís polas rúas, pero aquí tamén nos temos aínda sen decatármonos.

Por iso creo que había que "civilizalos", é dicir, convertilos en civís e de paso suprimiríamos unha boa serie de descordinacións entre corpos policiais e sobre todo, burocracia, que acho que neste país, nos sobra.